RESUMO
Asumir la práctica médica como un destino, o una vocación de servicio, de ayuda a los demás, como un arte o por la búsqueda de prestigio social, impiden ver dicha práctica como un trabajo. Ya que al asumirlo como trabajo se verán a los distintos actores del equipo quirúrgio con una importancia semejante, se verán como un equipo interdisciplinario, en el que los saberes y capacidades de cada integrante tendrán la importancia en su justa dimensión. Los anestesiólogos deben encontrarse no sólo por decreto, sino que se debe materializar en la vida cotidiana; ello permitirá un mayor acercamiento al proceso de curación de los pacientes, al reconocimiento de la labor del profesional por parte del personal médico y paramédico y reafirmará el sentimiento de autoestima del propio anestesiólogo; disminuirá el tiempo de exposición a sustancias tóxicas del quirófano, a las no poco frecuentes radiaciones secundarias de rayos X y al tiempo de estrés durante el procedimiento quirúrgico. Los anestesiólogos son indispensables, insustituibles, a ellos mismos les corresponde la tarea de reincorporarase a los procesos curativos. Esta tarea no es fácil, se hace necesario replantear la organización misma de la atención hospitalaria; no hacerlo significa seguir pagando los altos costos de la vida, sobre todos en cuanto a calidad de vida de los profesionales de esta actividad de alto riesgo